María Carolina Corcione Morales[2]
Ya van a ser tres años de la constitución del Instituto Colombiano de Derecho del Consumo (ICODECO) y son muchos los aprendizajes que he podido recoger a lo largo del tiempo.
La primera gran enseñanza es que usamos indiscriminada y empalagosamente la frase del presidente John F. Kennedy según la cual todos somos consumidores.
Sin embargo, la agenda del Instituto, trazada por todos sus miembros, ha siempre tendido hacia las relaciones de consumo generales que se rigen por la Ley 1480 de 2011 y donde la Superintendencia de Industria y Comercio ejerce inspección vigilancia y control. Pero, si efectivamente todos somos consumidores, no podemos dejar de lado a los distintos sectores de la economía en donde ejercemos este rol: servicios de salud, servicios públicos, servicios financieros, servicios de educación, servicios de transporte, entre otros.
Nuestras discusiones y estudios deberían ampliar su horizonte, para así cuestionarnos por el estado de los regímenes especiales, la eficiencia de las autoridades de inspección, vigilancia y control distintas de la Superintendencia de Industria y Comercio y los aportes que, como centro de pensamiento, podemos hacer a la comunidad y a las distintas ramas del poder público.
En adición, por insistir en quedarnos en discusiones en torno al Estatuto del Consumidor- que siempre resultarán apasionantes-, podemos quedarnos rezagados en importantes diálogos que se deben dar sobre la interacción del consumidor y la tecnología y los riesgos que esta interacción conlleva.
Igualmente, al centrarnos en cuestiones sustanciales podemos olvidar la relevancia de hablar de importantes asuntos procesales en materia de responsabilidad del empresario tanto en sede administrativa como en sede jurisdiccional. Discusiones sobre el uso adecuado de la acción popular en esta materia, el llamamiento en garantía o debates sobre la rigurosidad o no que se le da al análisis de los distintos medios de prueba, son algunos de los temas que ameritarían varios cafés entre nosotros.
Así las cosas, para el año 2025, les hago una cordial invitación a abrir nuestras mentes y nuestros horizontes e incluir en nuestra agenda temas que realmente honren la frase que a tantos nos gusta y tanto empleamos: todos somos consumidores.
[1] Los artículos publicados en el BLOG ICODECO corresponden exclusivamente a opiniones de sus autores y no comprometen la postura oficial del Instituto, ni de sus miembros.
[2] Presidente del Instituto Colombiano de Derecho del Consumo (ICODECO).