Cuando algunos reconocidos juristas colombianos se agruparon para consolidar un espacio abierto de diálogo, de investigación y desarrollo en la construcción de conocimiento y difusión del derecho del consumo, me crearon como una corporación sin ánimo de lucro denominada Instituto Colombiano de Derecho del Consumo (ICODECO).
Al haberme concebido para ser un espacio abierto, se podría pensar que se corría el riesgo de resultar inapropiado para producir eco. No obstante, uno de mis propósitos es precisamente hacer eco, eco del derecho del consumo. En otras palabras, debo hacer notable y digna de atención y reflexión a esta rama del derecho.
En este sentido, una de las formas planteadas para conseguir el cometido descrito, es mantener relaciones con organizaciones o instituciones similares del país y del exterior (según mis estatutos). Al respecto, no tengo problema en establecer relaciones con organizaciones o instituciones con las cuales me asemejo e incluso, procuraré por mantener dichas relaciones más de lo que dura un eco. En este punto, se resalta la reciente celebración de un convenio marco institucional entre la Liga de consumidores 100% Legal y yo.
Lo único que quisiera dejar claro es que la semejanza con aquellas organizaciones o instituciones dedicadas a la difusión de los derechos de los consumidores, no me hace igual a éstas. Con esta aclaración, no me creo de mejor familia y de hecho, es común que me confundan con mis primas las ligas
del consumidor pero nuestra naturaleza es distinta.
De acuerdo con el artículo 1 del Decreto 1441 del 1982, por medio del cual se regula la organización, el reconocimiento y el régimen de control y vigilancia de las ligas y asociaciones de consumidores, la liga de consumidores es “[…] toda organización constituida mediante la asociación de personas naturales […] cuyo objeto sea garantizar la protección, la información, la educación, la representación y el respeto de los derechos de los consumidores de bienes y servicios, así como velar por el pago de las indemnizaciones a que se hagan acreedores, según la ley, por violación de sus derechos”.
Si bien es cierto que somos agrupaciones de personas naturales, yo soy el primo disruptivo de la familia y prueba de ello, fue la creación de un blog dispuesto en la página https://icodeco.org/, en el cual han sido publicados escritos de análisis de normas y proyectos normativos, de decisiones judiciales o instituciones, de noticias o temas teóricos relativos al derecho del consumo.
Ahora, mi sueño es convertir dicho blog en el eco del derecho del consumo en Colombia. Es decir, que sea esa resonancia de sucesos relacionados con el derecho de consumo, sucesos que puedan ser de interés de todos los agentes involucrados con esta materia tales como empresas, consumidores, superintendencias, instituciones educativas, entre otros.
Para terminar, al entender que mi timbre de voz produce sus propios sonidos y consecuentes ecos, diferentes a los de una liga de consumidores, la invitación final que quisiera extender a toda la comunidad es la de unirse a este espacio abierto de diálogo, de investigación y desarrollo en la construcción de conocimiento y difusión del derecho del consumo en nuestro país: ICODECO.